21.2.07

Anticipo


Llevo meses dándole vueltas a un texto sobre la Divina Comedia. Originalmente tenía un eje claro, pero la cantidad de alusiones o aristas que he ido encontrando en diferentes lecturas han ido postergando su concreción y colapsando mi capacidad de memoria para ellas. Así que he decidido sólo ponerlas, antes de que empiecen a ser borradas de mi mente por otras alusiones o aristas o lo que sea que capte mi atención del momento.

Por deformación profesional, tiendo a prestar más atención a lo que tiene relación con la locura, los sueños y elementos afines. En la introducción a la Divina Comedia, Dante trata de diferenciar su relato del sueño y de la locura, ya que su intención es presentarlo como una vivencia, un verdadero viaje por los 3 mundos del más allá. Un viaje mítico, en cierto modo iniciático.
El primer elemento alusivo fue encontrar que para ciertos aborígenes el tiempo mítico, inicial, cosmogónico, se denomina el “tiempo del sueño”. También vale la pena relacionarlo con la meditación de Descartes acerca del sueño, el cómo saber que estamos en vigilia y no soñando que estamos despiertos y pensando; es decir, el tema del acceso al “conocimiento” del mundo exterior, de la “realidad”.
Hasta ahí bastaba y sobraba. Pero del poco dormir y del mucho leer, fueron apareciendo más aristas.
– Hay varios episodios en la Divina Comedia en los cuales Dante se duerme y sueña, por lo general visiones narradas de una forma característicamente onírica, y que por lo tanto se diferencian estilísticamente del resto del relato.
– En una referencia de Borges a la Eneida, señala que la salida de Eneas del inframundo se lleva a cabo por una puerta que puede llevar a interpretar que todo su viaje fue una ilusión. Virgilio anticipa el tópico de Dante acerca de la veracidad del relato, antes de convertirse en el guía del propio Dante por el Infierno para luego llevarlo al Purgatorio.
– Hay una clara superposición en la experiencia cotidiana de la muerte y del sueño. Basta con pasearse por un cementerio y leer las lápidas para notar que muchas hablan de “dormir” en vez de “morir”. O sea un desplazamiento, una metonimia en el lenguaje que nos recuerda los tiempos míticos “ex nihilo”.

En fin, la madeja se ha ido enredando y ya no sé si un solo texto pueda contener todo lo que ha ido saliendo en el camino.

Aclaracion

No estaba muerto ni andaba de parranda.
Tal vez un poco pata'e laucha, pero ni muerto ni de parranda.