20.6.06

El enigma


Su sonrisa se dibujaba tenue al contraluz. Sus pasos se grababan silenciosos en la tibia arena del atardecer, mientras avanzaba con la vista al frente, intentando atrapar aquel horizonte lejano.
¿Qué pensamientos evocaba? ¿Qué recuerdos inaccesibles de ocasos en otras arenas?
Mientras, yo me perdía en la ensoñación. Su figura recortada al aire, al sol tan cercano en esa tarde, al viento que ondulaba su largo pelo... que pronto dejaría de ser largo, una vez más.
"A veces siento que la gente que está conmigo sabe tan poco de mí, una mínima parte de lo que soy, de lo que hago, de lo que pienso..." Tus palabras me sonaron frescas, como si las estuviera oyendo por primera vez. Así, exactamente así, te sentía en ese momento: un enigma, hermoso como todo enigma, anidando la secreta y total comprensión de sí para quien supiera hallarla, para quien encontrara la oculta clave.
Me sonreí, y en complicidad con el rumor del oleaje, apreté el botón que me abría esa anhelada revelación.

16.6.06

El Espectador

Escarbando en la biblioteca he encontrado una serie de 6 libros bajo este nombre. No son actuales, pero iluminan la actualidad, la vida cotidiana. Es una serie de libros escritos por Ortega y Gasset desde el 1910, en los cuales reune artículos, ensayos y en general textos sobre diversas situaciones, experiencias o cuestionamientos. Sí, parece un blog, pero impreso y de hace una centuria atrás.
La claridad es su don. También la prosa ágil, el humor negro (bien dosificado), la crítica social y política a su entorno. A su "circunstancia", como el gustaba llamarla.
Es fácil encontrar en sus reflexiones la simiente del posmodernismo. Ya en el primer texto, en la sección "Confesiones del Espectador", plantea que la realidad es una, pero depende de la perspectiva del que la mira la descripción que de ella puede hacerse. El discurso, la anhelada "verdad", es inseparable del que habla.
Su lectura ha constituido en estos días invernales un verdadero placer para mi gélido cerebro. Ojalá comparta con tan ilustre tocayo algún gen de lucidez, de observación, de agudeza. Mientras tanto, sus textos iluminan mis tardes.

8.6.06

¿Y que paso con la bicicleta?


Corrían años turbulentos en Chile. Tal vez era el 84 u 85. Las protestas y paros estaban a la orden del día. La bullanza económica del dolar a 35 había quedado atrás. Había poca plata, y las cosas para muchos estaban duras.
En ese escenario, el Innombrable (o alguno de sus Sicarios) hace el gran anuncio: se entregarán bicicletas a los chilenos, servirán como medio de transporte gratuito, el sueldo mínimo cundirá más. (De paso el ciudadano se nos cansa pedaleando de ida y vuelta al trabajo, y ya no le queda energía para protestar, pero eso es algo agregado, no la esencia de la idea).
Idea por lo demás bien recibida y, oh, profundamente ecológica en un momento en que Santiago comenzaba a hacerse irrespirable.
Pero pasó el tiempo y las bicicletas no aparecieron por ningún lado. Y las protestas siguieron, y bueno, todo el resto es historia conocida.
Algunos años después, me recuerdo oyendo la vieja radio Sony negra, de un parlante, sintonizada en Radio Umbral. Y ahí estaba Florcita Motuda, recordando la oferta y lamentándose de su incumplimiento: "¿Y qué pasó con la bicicleta...?", cantaba mientras yo me reía de la triste anécdota, "... te echaste pa' trás..." increpaba al oferente desentendido del tema a esa altura, con muchas otras preocupaciones, entre otras un plebiscito que se venía encima...

Bicicletudos en Chile:
Arriba'e la Chancha (Ciclistas Urbanos)
Movimiento Furiosos Ciclistas

6.6.06

El dia de la bestia


En esta fecha tan sugerente, nada mejor que olvidarse de los sobremarqueteados "remakes" y disfrutar una vez más de un filme clásico, hilarante, deschavetado y alucinógeno como éste, que toma su nombre de un día como hoy...