28.4.08

El libro de los muertos tibetano


La primera vez que supe de este libro fue allá por el 2004. En ese tiempo, cada tarde de Lunes, Warken conducía un programa por Radio Concierto, dedicado por cierto a la literatura.
Esa vez entrevistaba a una mujer que trabajaba con moribundos, y se refirieron a este libro como "una fenomenología de la muerte". Expresión más que suficiente para despertar mi curiosidad. Una curiosidad que descansó por cerca de 3 años, hasta que me sentí preparado para saber de qué se trataba todo eso.
Como en gran parte de los libros, el prefacio se aboca a elogiar la traducción que uno tiene entre manos y denigrar las anteriores por "poco rigurosas". En el caso de esta edición, se agrega que es la primera traducción realizada al español directamente desde el texto tibetano (anteriormente se hacían desde el inglés).
El libro en sí se atribuye a un hallazgo, como muchos que cada cierto tiempo se realizan en el Tíbet, de textos o reliquias budistas que generaciones anteriores han dejado para provecho espiritual de los hombres venideros. Los créditos se los lleva un "buscador de tesoros".
El libro en sí son las indicaciones que deben ser leídas al muerto durante su agonía y días posteriores a la muerte misma. Dichas indicaciones lo guiarán en este "estado intermedio" y lo conducirán al estado búdico postmortem, sacándolo de la rueda samsárica de sucesivas encarnaciones. Las indicaciones lo tranquilizarán cuando se enfrente a las visiones de los espíritus apacibles e iracundos, aclarándole que éstos no tienen una existencia real, sino que son proyecciones arquetípicas de las distintas facetas humanas, productos de su consciencia. Por cierto que lo que subyace a esto, es decir, quien "oye" todas estas indicaciones, es la consciencia trascendente del muerto, que en esta etapa adquiere una gran lucidez.
Y en caso de no alcanzar el estado búdico, el objetivo mínimo que se plantea el texto es conducir al muerto a ingresar a una matriz (encarnar) que le permita en una nueva vida profundizar en su desarrollo espiritual, permitiéndole al cabo de ésta salir de la rueda samsárica.
Un texto inquietante, con una descripción detalladísima de las diversas visiones que debe enfrentar el muerto y de la angustia que éstas originan. No apto para leer en cualquier momento. Aunque sí tal vez para oírlo en el momento oportuno.

"El libro de los muertos tibetano", Ediciones Siruela, Madrid, 1999.