10.6.08

Klimt: Otra vez Malkovich y Ruiz


Ya había tenido el placer de verlos juntos. Malkovich como el Barón de Charlus. Ruiz como el director de “Le temps retrouvée” (“El tiempo recobrado”, 1999), aquella memorable adaptación del séptimo y último libro de la saga “En busca del tiempo perdido” de Marcel Proust.
Si de agregar puntos en común se trata, está el período histórico en que se desarrollan ambas películas (albores del siglo XX), su narrativa en racconto teniendo como punto de inicio el lecho de muerte del protagonista, su onírica fotografía, y esa extraña sensación de asistir a algo que está más allá de los códigos cinematográficos habituales. A pesar de que el relato mismo sea oscuro para quien no esté familiarizado con la biografía de Klimt o de Proust, según sea el caso, algo mágico captura la atención y permite seguir la película, al menos en su nivel estético visual.
Klimt aparece retratado en su período de mayor reconocimiento: durante la Secesión de Viena y posteriormente en la Exposición Universal de París. Resulta altamente contrastante entonces la intercalación de escenas en su lecho de muerte, solitario, repitiendo una y otra vez “flores”, sirviendo de nexo entre diferentes temporalidades del relato un vaso que cae, o un espejo que se rompe.
Por aquel entonces, Viena y París vivían el surgimiento de nuevas estéticas y nuevas ideologías. Basta mencionar a Freud (que por aquel mismo tiempo escrutaba en los sueños y fantasías sexuales de sus pacientes) para observar el paralelismo con la serie de pinturas de desnudos que Klimt realizaba. Mujeres en distintas etapas de vida aparecen inmersas en paisajes propios de lo que con los años se vendría a denominar surrealismo.
El tema del artista y su creación da pié una vez más para que Raúl Ruiz desarrolle una película hermosa y memorable.

Klimt (página oficial)
Está en exhibición durante este mes por Cinemax